En un rincón de un espacio abierto al amor hay una profunda idea y convicción que fue abandonado.

Ese abandono imaginado crea tentáculos, es como un pulpo que se agarra a una roca con toda su fuerza vital en tal de salvar su vida.

Esa misma idea de ser abandonado me lleva a un país imaginado donde soy salvado por cualquier circunstancia que me mantenga a salvo de un hipotético abandono.

Es un movimiento sutil de relaciones, familia, amigos, trabajo, vivencias, todas entran en ese juego de una potencial perdida.

Es tan fuerte y tan subjetivo que no tenemos la capacidad de descifrar entre la realidad y la ficción.

Ser abandonado puede significar una mirada sin sonrisa, o un habito quebrado, un cliente que busco otro producto o un camarero que ignoro mi pedido.

Es tan profundo y amplio que no podemos encontrar un denominador común.

Es como un cáncer en que surge la metástasis, se esparce por todos lados a una velocidad celular, sin cura aparente porque es invisible a una percepción única y cerrada.

Las aguas del océano se agitan y un crepúsculo del sol aparece escondido atrás de nubes grises en un calor tropical.

Cada ola remueve y me recuerda que ya estoy solo ante toda esta belleza y me permite abrirme a otras posibilidades.

En realidad en esta mirada todo se integra en mi, así que es imposible que no sea uno con todo, aunque sea ahora apenas una idea.

Y esa idea es un movimiento mental tratando de recordarme algunos conceptos espirituales de la unidad.

Esa unidad no se crea, ni se llega a ella a través de una técnica o una construcción mental, romántica o poética.

Ella ya es conmigo aquí, aunque no la vea, porque cargo una mochila con conceptos, ideas, deseos, en el momento que se caiga, la misma verdad se manifestará sin que nunca se haya ido.

Aquí en esta verdad impregnada de una tremenda paz, el abandono surgió en un formato de intenso dolor.

Fue visto y amado por la misma unidad, por la grandeza de este momento.

En ese reconocimiento, en esta total verdad, se diluyo en la misma vida y todos los abandonos y abandonados fueran amados y abrazados.

El abandono no existe, no podemos ser abandonados a la luz de esta verdad, ya estamos salvos.

 

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